No hay que perder de vista el objetivo de la vida, que es y será siempre la felicidad. No te amargues por este tiempo a solas. Esta carta aparece cuando es preciso que valoremos la soledad y sus alcances. Estar solo nos da poderosos aprendizajes, y debemos vivirlos, valorarlos y atesorarlos. El Ermitaño es un maestro que se va a vivir lejos del mundo para prender mejor el arte de vivir. Y eso es justo lo que estás haciendo: aprender tu propio valor, juzgar tu capacidad y juicio para vivir.
Si tienes pareja
Hay que tomarse un tiempo a solas para poder dilucidar los pasos a seguir. Hay que dejar de probar terapias de choque, y permitir que cada uno de vaya con sus pensamientos y sus reflexiones, sin presiones ni reproches. Es el momento en que cada cual debe pensar lo que desea del amor y analizar lo que puede obtener de este amor. No hay que pensarlo más: es una medida que tu pareja y tú deben aceptar y llevar adelante, o perderán todo lo que han obtenido.
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