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¿Por qué enamorarte de Leo?

¿Por qué enamorarte de Leo?
Amar a Leo es una de las cosas más complicadas que se puede hacer en la vida. Ello se debe a que este signo es un seductor natural y no se conforma con un solo amor. Quiere comer todo el pastel de la vida de un solo bocado, y eso implica también degustar a todas las personas que encuentra atractivas.

¿Por qué enamorarse de una persona tan volátil y tan poco confiable? ¿Qué no atrae de estos hombres y mujeres que no saben evitar la tentación, que son tan pagados de sí mismos, que no conocen ni la humildad ni la mesura? Hay varios aspectos que nos enamoran de los leones, y vamos a contarte sobre alguno de ellos.

Lo primero que enamora de Leo es su absoluta falta de inhibiciones, que para algunos pasa por una gran fiereza. Y es que los leones, hijos del Sol, saben que les reviste una magnificencia natural, que les acompaña en toda circunstancia, y que les hace receptores automáticos de respeto y de admiración. A ello se suma que son personas de un gran atractivo, que no se opaca ante nada. Ese brillo y esos dones les hacen deseables por todos y al alcance de muy pocos. Les gusta jugar a ser inconquistables, y esa es la mayor herramienta que usan cuando se trata de seducir a los demás.

Lo segundo que atrapa de los Leo es su magnetismo animal. Al fin y al cabo cazadores natos, los Leo son irresistibles seductores por esa mezcla de su personalidad de la que saben sacar tanto provecho: ese aire de juego inocente y de peligro latente. Leo es un seductor que sabe atraerte y sabe dejarte ir sólo para aumentar el deseo. Se conoce al dedillo todos los manuales de seducción sin haberlos leído porque él es la seducción en sí mismo. Una vez que pone su mirada en ti te deja sin aliento. Te confunde con su sola presencia al punto de que no sabes si eres el cazador o la presa… Y te pierdes en ese juego, felizmente.

Lo tercero que te enamora de Leo es su fuerza y su inagotable energía. No es sólo que llene todas las habitaciones en las que entra. No es sólo su exuberancia y la apostura con la que exige respeto. Es esa fuerza que irradia en cada uno de sus gestos y movimientos, es ese entusiasmo con el que va por la vida. Su caminado es de alguien invencible, y esa confianza resulta contagiosa. Es el tipo de persona entusiasta que te hace creer que todo es posible y que nada malo puede pasarte a su lado.

Lo cuarto que te hace enamorarte de Leo es su caballerosidad y su amabilidad. Si es un hombre sabrá halagarte y servirte hasta hacerte sentir como la persona más importante del mundo. Si es una mujer será tan dulce y encantadora que no querrás estar con nadie más. En ambos casos te verás perdido ante él, en su red de encanto y sin posibilidad de escape. Nada hay en el trato de Leo que sea desagradable o impuesto, nada que te haga sentir fuera de lugar o de tiempo.

En Leo, pues, vas a encontrar todo ese magnetismo que le hace irresistible potenciado por unos modales y una estrategia de seducción que a nadie dejan indiferente. Este signo te transporta a un tiempo de castillos y reyes nada más que con su presencia, y te hace sentir de lleno en el corazón del encanto y de la aventura.

Curiosidades sobre los signos

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