¿Cómo besa Leo?
¿Cómo es besar al signo más seductor de todo? Este signo, la verdad, es un gran conquistador, y regala sus besos con generosidad, de la misma manera que otros entregan su tarjeta de presentación. No hay que llamarse a error: Leo no resta importancia a los besos, pero sabe que hay de varios tipos y de estilos.
Están los besos entre conocidos, que son esos que les da a las personas que acaba de conocer sólo para que se formen una idea de lo que se están perdiendo. Están los besos entre los amigos, que se dan como un juego entre dos que podrían ser algo, pero que se conocen muy poco o se conocen demasiado bien como para dar el siguiente paso.
Y están los besos de amor, que son los que nos ocupan. Lo cierto es que los dos primeros besos que Leo suele dar (los de conocidos y los de amigos) no son muy dignos de recuerdo y apenas puede calificarse como algo más que un espectáculo en el escenario de su ego.
Esto no quiere decir que en esos besos, tan banales, Leo no esté dando lo mejor de sí, pero se trata de ejercicios con un freno. Son buenos besos en técnica y ejecución (esa suavidad con la que Leo puede hacer que el aire de su boca vaya a la tuya), pero es un mero cumplimiento en nombre de su reputación. Y es que, como los grandes seductores, Leo deja que las bocas prueben para que hablen, publiciten y atraigan a sus nuevas presas. O al amor.
Al fin y al cabo, como todos los signos, Leo pone su naturaleza en su manera de besar. Y aunque se trate de esos besos de conveniencia, hay en ellos la esencia del león: la urgencia felina, la necesidad de pasión, una ternura afilada y un arte deslumbrante para generar el deseo con cada movimiento de su lengua y de sus labios. Leo está en cada beso que da, y eso es atrayente y peligroso al mismo tiempo.
En todo caso, los besos que nos importan de Leo son lo de amor. Cuando este seductor reconoce que ha pasado de ser el cazador a la presa, y sencillamente se deja ir.
Los besos de amor de Leo siempre se describen con adjetivos animales como salvajes, desinhibidos y salvajes. Sí, con Leo en el amor pueden estar seguro de que hará como los felinos: casi cualquier cosa impredecible. En sus besos de amor Leo, además del placer de tu boca, debes hacerte a la idea de que va a acompañar el ósculo con acción de depredador: se te puede abalanzar, te puede agarrar como a un ave y hasta puede saltar de la nada para taclearte con un beso inolvidable.
Sí, la ternura no es una de las cosas que se le da particularmente bien al león, pero se la puedes enseñar. Al fin y al cabo, los reyes siempre son los mejores alumnos cuando encuentran a su pareja ideal.
Están los besos entre conocidos, que son esos que les da a las personas que acaba de conocer sólo para que se formen una idea de lo que se están perdiendo. Están los besos entre los amigos, que se dan como un juego entre dos que podrían ser algo, pero que se conocen muy poco o se conocen demasiado bien como para dar el siguiente paso.
Y están los besos de amor, que son los que nos ocupan. Lo cierto es que los dos primeros besos que Leo suele dar (los de conocidos y los de amigos) no son muy dignos de recuerdo y apenas puede calificarse como algo más que un espectáculo en el escenario de su ego.
Esto no quiere decir que en esos besos, tan banales, Leo no esté dando lo mejor de sí, pero se trata de ejercicios con un freno. Son buenos besos en técnica y ejecución (esa suavidad con la que Leo puede hacer que el aire de su boca vaya a la tuya), pero es un mero cumplimiento en nombre de su reputación. Y es que, como los grandes seductores, Leo deja que las bocas prueben para que hablen, publiciten y atraigan a sus nuevas presas. O al amor.
Al fin y al cabo, como todos los signos, Leo pone su naturaleza en su manera de besar. Y aunque se trate de esos besos de conveniencia, hay en ellos la esencia del león: la urgencia felina, la necesidad de pasión, una ternura afilada y un arte deslumbrante para generar el deseo con cada movimiento de su lengua y de sus labios. Leo está en cada beso que da, y eso es atrayente y peligroso al mismo tiempo.
En todo caso, los besos que nos importan de Leo son lo de amor. Cuando este seductor reconoce que ha pasado de ser el cazador a la presa, y sencillamente se deja ir.
Los besos de amor de Leo siempre se describen con adjetivos animales como salvajes, desinhibidos y salvajes. Sí, con Leo en el amor pueden estar seguro de que hará como los felinos: casi cualquier cosa impredecible. En sus besos de amor Leo, además del placer de tu boca, debes hacerte a la idea de que va a acompañar el ósculo con acción de depredador: se te puede abalanzar, te puede agarrar como a un ave y hasta puede saltar de la nada para taclearte con un beso inolvidable.
Sí, la ternura no es una de las cosas que se le da particularmente bien al león, pero se la puedes enseñar. Al fin y al cabo, los reyes siempre son los mejores alumnos cuando encuentran a su pareja ideal.
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