¿Cómo besa Cáncer?
¿Cómo es besar a uno de los signos más conservadores que existen? A los Cáncer el amor no les parece un juego ni una prueba. Aman una vez en la vida y lo hacen como si se tratara de un asunto capital. Para ellos no hay puntos intermedios en el amor. O se ama no se ama. Y eso es lo mismo que piensan de los besos: o se les da con amor o no se les da.
Esto tiene una gran ventaja para ti, y es que siempre que un cangrejo te bese puedes tener la seguridad de que ese beso será uno de amor. Con este signo no caben los errores ni los equívocos. Por fortuna: con Cáncer siempre vas a caminar por terreno firme.
Como pasa con todos los signos, los Cáncer también ponen su manera de ser en cada beso. Y esa es una personalidad en un principio cerrada, que no cede espacios ni secretos. Dueño de sí mismo y de sus valores, los primeros besos de Cáncer van a ser reservados hasta el recato, breves y en cierto sentido a regañadientes.
Si quieres que Cáncer te bese cómo de verdad puede besarte tienes que ganarte su confianza, su admiración, su amor… y eso es algo que sólo sucede tras numerosas citas, tras largas conversaciones, tras abrirse de de verdad desde el centro del corazón.
Una vez que ha te has ganado el amor de Cáncer, una vez que te has ganado entrar en sus espacio íntimo, es mejor que igualmente vayas con tiento. A Cáncer le disgusta tanto el exceso de confianza como la gente que besa con demasiada premura, con pasión importada, con un deseo grosero.
Sí; Cáncer quiere ir paso a paso. Y es que con cada beso (cuando abre los labios, cuando sumerge su lengua en tu boca, cuando te besa tiernamente en los ojos mientras acaricia tu pelo) Cáncer construye. Y es que este signo, como su símbolo, el cangrejo, lleva su casa a cuestas.
Con cada uno de sus besos Cáncer pueden te transmite calidez del hogar, y te lleva a un refugio desde donde sea que te encuentres. No importa si te besa en el automóvil, en la playa o en un vagón del metro abarrotado. Los besos de Cáncer son como un abrazo cálido y sincero, como el beso que despierta a la princesa en el cuento de hadas, como ese final en donde todos fueron felices para siempre. Sí, en los besos de Cáncer se combina la felicidad de la infancia perdida con la solidez de un refugio invencible.
Se puede decir que los besos de Cáncer son fantásticas paradojas, y que por ello nos inmovilizan y atraen con facilidad magnética.
Para resumir los besos de Cáncer deberíamos ser capaces de definir algo que es, al mismo tiempo, tímido pero acogedor, distante pero absorbente, tierno pero juguetón y profundo y sensual sin dejar de ser ingenuo y puro. ¿Será posible?
Los besos de Cáncer te llevan de este a un mundo irreal en el que todo está bien, donde puedes darte el lujo de ser cursi y meloso sin que nadie te lo eche en cara, y sensual y atrevido sin que nadie te lo recrimine. Cáncer construye con sus besos ese espacio donde es posible dar eso y recibir más, con una mezcla indeleble de riesgo y familiaridad.
Para los Cáncer, pues, el beso, cada uno, es un ladrillo en el hogar que habitará con la persona amada. Y por ello no se los da a cualquiera.
Esto tiene una gran ventaja para ti, y es que siempre que un cangrejo te bese puedes tener la seguridad de que ese beso será uno de amor. Con este signo no caben los errores ni los equívocos. Por fortuna: con Cáncer siempre vas a caminar por terreno firme.
Como pasa con todos los signos, los Cáncer también ponen su manera de ser en cada beso. Y esa es una personalidad en un principio cerrada, que no cede espacios ni secretos. Dueño de sí mismo y de sus valores, los primeros besos de Cáncer van a ser reservados hasta el recato, breves y en cierto sentido a regañadientes.
Si quieres que Cáncer te bese cómo de verdad puede besarte tienes que ganarte su confianza, su admiración, su amor… y eso es algo que sólo sucede tras numerosas citas, tras largas conversaciones, tras abrirse de de verdad desde el centro del corazón.
Una vez que ha te has ganado el amor de Cáncer, una vez que te has ganado entrar en sus espacio íntimo, es mejor que igualmente vayas con tiento. A Cáncer le disgusta tanto el exceso de confianza como la gente que besa con demasiada premura, con pasión importada, con un deseo grosero.
Sí; Cáncer quiere ir paso a paso. Y es que con cada beso (cuando abre los labios, cuando sumerge su lengua en tu boca, cuando te besa tiernamente en los ojos mientras acaricia tu pelo) Cáncer construye. Y es que este signo, como su símbolo, el cangrejo, lleva su casa a cuestas.
Con cada uno de sus besos Cáncer pueden te transmite calidez del hogar, y te lleva a un refugio desde donde sea que te encuentres. No importa si te besa en el automóvil, en la playa o en un vagón del metro abarrotado. Los besos de Cáncer son como un abrazo cálido y sincero, como el beso que despierta a la princesa en el cuento de hadas, como ese final en donde todos fueron felices para siempre. Sí, en los besos de Cáncer se combina la felicidad de la infancia perdida con la solidez de un refugio invencible.
Se puede decir que los besos de Cáncer son fantásticas paradojas, y que por ello nos inmovilizan y atraen con facilidad magnética.
Para resumir los besos de Cáncer deberíamos ser capaces de definir algo que es, al mismo tiempo, tímido pero acogedor, distante pero absorbente, tierno pero juguetón y profundo y sensual sin dejar de ser ingenuo y puro. ¿Será posible?
Los besos de Cáncer te llevan de este a un mundo irreal en el que todo está bien, donde puedes darte el lujo de ser cursi y meloso sin que nadie te lo eche en cara, y sensual y atrevido sin que nadie te lo recrimine. Cáncer construye con sus besos ese espacio donde es posible dar eso y recibir más, con una mezcla indeleble de riesgo y familiaridad.
Para los Cáncer, pues, el beso, cada uno, es un ladrillo en el hogar que habitará con la persona amada. Y por ello no se los da a cualquiera.
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