¿Cómo afronta Cáncer una ruptura?
Los nativos del signo del Cangrejo son amorosos y sensibles. Acaso los últimos idealistas de las relaciones que nos quedan: defienden el amor como a una la última institución frente a la barbarie de la vida. No se andan con remilgos cuando se trata del romance. Necesitan ser colmados de amor todo el tiempo, pues creen que no venimos a otra cosa al mundo que para ser amados. Por ello son el signo que más se niega a las rupturas y uno de los que más las sufre.
Si un Cáncer siente que el amor que recibe es escaso o apático, estalla en celos o recurre a herir emocionalmente a su pareja para despertarle de su letargo. A pesar de la fuerza con la que reacciona, puede aguantar por años una mala relación, todo por defender al amor. Lo cierto es que se resiste a ver la verdad. Y suele ocurrir que se queda sólo en el barco, intentando evitar el hundimiento, cuando ya su pareja se ha ido hace tiempo…
Cáncer, ante una ruptura, tiene una actitud desolada. Se queda encerrado, solo, y se pregunta una y otra vez qué fue lo que hizo mal. Su primera reacción es, pues, culpabilizarse, y asume toda la responsabilidad del rompimiento, aunque suele ocurrir que fue la persona que más dio, la que más se esforzó en dar lo mejor de sí en un intento de renovar el amor.
Tras ese periodo de análisis autoinculpatorio, Cáncer suele caer de lleno en la depresión. En una honda oscuridad en la que casi entra en un estado de coma. Y es necesario comprenderle, pues cuando Cáncer pierde el amor, pierde toda su razón de ser. Cada vez que tiene una pareja, sin importar cuánto dure, Cáncer lo da todo. Y al final de ese amor se queda sin nada para sí.
No es sencillo, pues, para Cáncer reponerse de una ruptura, pues implica la destrucción de sus razones de ser. Por fortuna, este signo siempre termina por recuperarse. No en balde su símbolo es el cangrejo, uno de los animales más adaptables que existe, y que lo mismo puede sobrevivir en tierra que en las profundidades del mar. Y lo que hace que el cangrejo sobreviva no es tanto su fuerza interior como la forma en que sabe vivir en comunidad. Sí: Cáncer debe volcarse hacia sus comunidades, hacia sus afectos y vínculos.
Si Cáncer tiene hijos, ello serán las razones para que se levante. Si tiene familia o amigos, será su contacto y consejo lo que le levanten. Es necesario que Cáncer salga de su tristeza y de su dolor para que recuerde que, a pesar del fin del amor, le queda algo más valioso: los vínculos que ha ido creando, esas otras formas del amor de las que no están consciente, pero a la larga son igualmente necesarias.
Gracias a ese otro amor, Cáncer podrá levantarse de nuevo, y volver a ser esa persona que, en el fondo, nunca ha dejado de ser.
Si un Cáncer siente que el amor que recibe es escaso o apático, estalla en celos o recurre a herir emocionalmente a su pareja para despertarle de su letargo. A pesar de la fuerza con la que reacciona, puede aguantar por años una mala relación, todo por defender al amor. Lo cierto es que se resiste a ver la verdad. Y suele ocurrir que se queda sólo en el barco, intentando evitar el hundimiento, cuando ya su pareja se ha ido hace tiempo…
Cáncer, ante una ruptura, tiene una actitud desolada. Se queda encerrado, solo, y se pregunta una y otra vez qué fue lo que hizo mal. Su primera reacción es, pues, culpabilizarse, y asume toda la responsabilidad del rompimiento, aunque suele ocurrir que fue la persona que más dio, la que más se esforzó en dar lo mejor de sí en un intento de renovar el amor.
Tras ese periodo de análisis autoinculpatorio, Cáncer suele caer de lleno en la depresión. En una honda oscuridad en la que casi entra en un estado de coma. Y es necesario comprenderle, pues cuando Cáncer pierde el amor, pierde toda su razón de ser. Cada vez que tiene una pareja, sin importar cuánto dure, Cáncer lo da todo. Y al final de ese amor se queda sin nada para sí.
No es sencillo, pues, para Cáncer reponerse de una ruptura, pues implica la destrucción de sus razones de ser. Por fortuna, este signo siempre termina por recuperarse. No en balde su símbolo es el cangrejo, uno de los animales más adaptables que existe, y que lo mismo puede sobrevivir en tierra que en las profundidades del mar. Y lo que hace que el cangrejo sobreviva no es tanto su fuerza interior como la forma en que sabe vivir en comunidad. Sí: Cáncer debe volcarse hacia sus comunidades, hacia sus afectos y vínculos.
Si Cáncer tiene hijos, ello serán las razones para que se levante. Si tiene familia o amigos, será su contacto y consejo lo que le levanten. Es necesario que Cáncer salga de su tristeza y de su dolor para que recuerde que, a pesar del fin del amor, le queda algo más valioso: los vínculos que ha ido creando, esas otras formas del amor de las que no están consciente, pero a la larga son igualmente necesarias.
Gracias a ese otro amor, Cáncer podrá levantarse de nuevo, y volver a ser esa persona que, en el fondo, nunca ha dejado de ser.
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